De todas las actividades propias de la metalurgia, la metalografía constituye una de las actividades más intensas pues requiere la comprobación de resultados en el Laboratorio y su interpretación adecuada. La metalografía es una disciplina de la metalurgia que se encarga de examinar y determinar los componentes en una muestra de metal. El estudio de metalografía comprende en gran parte la observación de granos, la dirección, el tamaño y la composición de éstos. Es conocida también como el proceso entre la preparación de una muestra de metal y la evaluación de su microestructura, también nos ayuda a visualizar formaciones de carburos en aceros y analizar fallas microestructurales.

Una de las tareas fundamentales de la metalografía es determinar las relaciones entre la estructura y las propiedades de las aleaciones metálicas. Los estudios metalográficos nos proveen información de las propiedades y el comportamiento de las aleaciones bajo determinadas condiciones, comprobando los defectos de elaboración, las causas de averías o roturas o los tratamientos a los que ha sido sometido el material.

Estos ensayos tienen un gran campo de aplicación en el control y la supervisión de los tratamientos térmicos, por que permiten llegar a conclusiones sobre temperaturas correctas de temple, procesos de enfriamiento y tratamientos exactos de recocido, temple y revenido.

>También la determinación del tamaño de grano es una medición básica de un análisis metalográfico, pues el tamaño de grano influye sobre las propiedades mecánicas de un material como, por ejemplo, el límite elástico; o también nos da una referencia sobre los tratamientos y/o deformaciones del material al someterse a altas temperaturas.

Nuestros Laboratorios cuentan con todos los equipos necesarios para la preparación de la muestra y el tratamiento para el estudio metalográfico. Para estudiar el material es necesario adaptarlo a dimensiones aptas para el microscopio metalográfico marca NITON, con 5 lentes de diferentes aumentos que van desde 1x hasta 100x para un mejor enfoque en la zona deseada; montar sobre baquelita es uno de los pasos intermedios, actividad realizada con nuestra montadora, también podemos montar en frío para los materiales más dúctiles; una vez montadas las piezas pasan a un proceso de pulido hasta llegar a un acabado espejo y poder ser atacados químicamente, con el fin de revelar las microestructuras.